Paz interior: Las Cuatro Renuncias...


Ninguna cosa externa, nada ni nadie de afuera, puede herirme en lo interno, porque tú tienes control completo en cuanto a ser o no ser herido, y en el momento que lo quieras puedes dejar de hacerte daño. Te darás cuenta de que sólo podrías ser dañado psicológicamente por tus propias acciones erróneas, sobre las cuales tienes control; o por tus propias reacciones equivocadas, las cuales son sutiles y engañosas, pero también las puedes controlar; o por tu propia inacción en algunas situaciones, las cuales necesitan de tu acción.

Cuando tomes conciencia de todo esto, ¡Serás Libre! y simplemente dejarás de hacerte daño. Ahora alguien podría cometer la acción más baja y sólo sentirías compasión profunda por esa persona fuera de armonía, por esa persona psicológicamente enferma, que es capaz de hacer cosas poco amables. Estas son las cuatro renuncias que debes seguir para hallar esa paz interior.
1. Renuncia a la voluntad propia.
Tú tienes, o es como si tuvieras, dos yoes: el yo inferior, que generalmente te gobierna egoístamente, y el yo superior, que está presto a hacer de ti un glorioso instrumento. Debes subordinar el yo inferior, evitando hacer las cosas que no son buenas hacia las cuales te sientes motivado, no suprimiéndolas sino transformándolas, de manera que tu yo superior pueda tomar el control de tu vida.
2. Renuncia al sentimiento de separación.
Todos nosotros, en todo el mundo, somos células en el cuerpo de la humanidad. No estás separado de tus congéneres y no puedes encontrar armonía para ti solo. Puedes encontrar armonía solamente cuando te percatas de la unidad del todo y trabajas por el bien de todos.
3. Renuncia a los apegos.
Sólo cuando has renunciado a todos los apegos puedes ser realmente libre. Las cosas materiales están aquí para ser usadas, y cualquier cosa a la cual no puedas renunciar cuando haya rebasado su utilidad, te posee a ti. Sólo puedes vivir en armonía con tus semejantes si no sientes que los posees y, por tanto, no tratas de gobernar sus vidas.
4. Renuncia a todos los sentimientos negativos.

Trabaja por deshacerte de los sentimientos negativos. Si vives en el momento presente, que es realmente el único momento que tienes para vivir, tenderás a preocuparte menos. Si te das cuenta de que los que hacen acciones poco amables están psicológicamente enfermos, tus sentimientos de ira se convertirán en sentimientos de compasión. Si reconoces que todas tus heridas internas son causadas por tus propias acciones erróneas o tus propias reacciones equivocadas o tu propia inacción errónea, entonces dejarás de hacerte daño a ti mismo.



No dejes de informarte de nuestro próximo Seminario Virtual