A medida que vayas comprendiendo como son las respuestas de tu
interior y cómo es que surgen y qué provoca los diferentes sentimientos,
emociones, como también pensamientos; es que podrás ir descubriendo (y
maravillarte) de cuán complejos y perfectos somos en esencia, como cuán mal
acostumbramos vivir y desperdiciar tanto el tiempo como la vida en objetivos
que son intrascendentes para el espíritu.
Descubrirás que es el verdadero individuo que somos, por detrás de
aquellas cosas a las que nos impulsa bastante engañosamente el ego.
Todo esto, hoy, quizás te parezcan expresiones jeroglíficas o en
idioma chino. Pero conócete revisando y analizando a tus propias conductas y
podrás ir notando cada vez mejor cuánta razón hay en este argumento que no es
mío, sino el que expresaron y enseñan de modo constante diferentes doctrinas
filosóficas y religiosas desde hace milenios; la de Sócrates entre ellas.
¿Por qué? Porque tu espíritu; que es como una de las voces que ocasionalmente dialoga contigo en tu mente, pero sólo se oye muy débil cuando estás realmente sereno en todo sentido, o en suficiente armonía interior; es sabio y conoce todas las respuestas a cualquier pregunta trascendente para tu vida.
¿Por qué? Porque tu espíritu; que es como una de las voces que ocasionalmente dialoga contigo en tu mente, pero sólo se oye muy débil cuando estás realmente sereno en todo sentido, o en suficiente armonía interior; es sabio y conoce todas las respuestas a cualquier pregunta trascendente para tu vida.
El efecto placebo es probablemente uno de los ejemplos más populares
de la relación existente entre el cuerpo y la mente. Numerosos estudios y aun
la experiencia cotidiana han comprobado su realidad: una persona toma una
sustancia que cree que la curará y, en efecto, se cura, aunque la sustancia en
sí fuera incapaz de generar tal efecto, solo que a veces el pensamiento sí
tiene dicha capacidad.
En oposición a lo anterior existe un fenómeno conocido como “efecto
nocebo”. Si el placebo nos cura solo por pensar que nos curará, el “nocebo” nos
enferma por la misma razón.