La música puede cambiar tu estado de ánimo y mucho más. En la
naturaleza vibratoria del universo es posible generar efectos positivos o
negativos en la conciencia humana.
En palabras de Brian T. Collins, compositor, productor y líder
mundial de Celestial Meditation Music, “algunos de los tonos parciales armónicos
de A=432Hz 12T5 parecen alinearse con los patrones naturales y también con la
resonancia de solitones”. Para él, los solitones necesitan un rango
específico para formar una densidad desde el micro hasta el macrocosmos, es
decir que se encuentran no sólo en los mecanismos acuíferos sino también en un
respiro ion-acústico entre electrones y protones.
De alguna manera, esta frecuencia se relaciona con los centros
energéticos más importantes asociados, sorprendentemente, con cada uno de los
chakras. Esto significa que los chakras están conectados con los siete rayos
del espectro solar, por lo que las notas y las frecuencias terminan siendo las
mismas al punto A432Hz, lo cual lo convierte en un punto cósmico. Se trata
entonces de una frecuencia armoniosa y hermosa que alcanza el cuerpo, las
emociones y el espíritu.
En su momento, el increíble inventor y científico Nikola Tesla
concluyó que para conocer los secretos del universo era indispensable “pensar
en términos de energía, frecuencia y vibración”, es decir, sin importar cuál
sea el origen de la materia se trata de una mezcla de energía perceptible para
cada uno de los sentidos y capaz de influenciar las frecuencias vibracionales
de las personas.
De acuerdo con principios básicos de la ciencia Cymatics y la
memoria del agua, las frecuencias afectan frecuencias. Se ha demostrado que la
frecuencia del sonido puede moverse a través del agua, la arena o la tierra: es
como si alterara directamente las vibraciones de la materia, incluyendo
posiblemente el cuerpo.
Inclusive, el doctor Masaru Emoto ha demostrado con sus estudios
alternativos que las intenciones simples a través del sonido, emociones y
pensamientos pueden moldear dramáticamente la manera en que el agua se
cristaliza. En otras palabras, cada expresión a través del sonido tiene una
frecuencia que influye en todo su alrededor.
Al seguir la lógica de que el cuerpo es 70% agua, la frecuencia
sónica es capaz de afectar positiva o negativamente al individuo mismo en su
estado vibracional.
De hecho, algunas teorías –no probadas científicamente– sugieren que
el régimen nazi estuvo a favor de determinar cuál es el rango de frecuencia
para reducir el miedo y la agresión, y su conclusión fue A=432Hz. Curiosamente,
este número ha sido una constante en los patrones matemáticos del universo: se
trata del momento en que el universo unifica las propiedades de la luz, el
tiempo, el espacio, la materia, la gravedad y el magnetismo con la biología, el
ADN y la conciencia.
Esto significa que este es el momento en el que nuestros átomos y el
ADN empiezan a resonar en armonía con un patrón espiral de la naturaleza,
magnificando la sensación de unicidad y conexión. Asimismo, el número 432
refleja también el radio del Sol, la Tierra y la Luna, la precesión de los
equinoccios, la Gran Pirámide de Egipto, Stonehenge y el Sri Yantra,
entre otros lugares sitios sagrados.
Basta pensar un poco la diferencia entre A432 y A440Hz para notar la
distinción en las sensaciones y eventualmente en las creencias y actitudes
sobre la vida, e incluso hasta en la reducción de emociones negativas reguladas
por la agresión, el estrés o el ego. A continuación compartimos algunas
composiciones a A432Hz.